En México, la identidad digital adquiere cada vez más relevancia en la vida cotidiana. Aunque para algunos puede que no la hagan consciente, es importante reconocer que todos tenemos una, por eso impulsar su desarrollo y consolidación no solo permitirá una mayor interacción en el mundo digital, sino que también facilitará el acceso eficiente a diversos servicios.
La identidad digital se refiere a toda información que puede ser verificada de manera virtual, con un alto grado de seguridad y fiabilidad. Esto incluye datos personales como nombre, dirección y fecha de nacimiento, así como datos biométricos como huellas dactilares y reconocimiento facial. También abarca el registro de actividades en línea, como cuentas de correo electrónico, compras, transacciones bancarias y participación en redes sociales.
Avances en la Construcción de la Identidad Digital en México
En los últimos años, el gobierno de México ha logrado avances significativos en la creación de una identidad digital. José Vázquez Ortega, presidente del Consejo de Administración en Acerta Computación Aplicada, señaló que la pandemia ha contribuido a la democratización de los sistemas.
A pesar de los importantes retos que debe abordar el país, las y los mexicanos ahora pueden ver y ejecutar de manera tangible la implementación de iniciativas digitales como la emisión de la Clave Única de Registro de Población (CURP), la credencial para votar con código QR o la licencia de conducir, que ahora pueden ser documentos totalmente digitales, considerados como elementos identificativos legales.
Simplificando la realización de trámites y la interacción con el gobierno.
Un caso notable de éxito es la emisión de la e-firma para el SAT (anteriormente conocida como Fiel). Este archivo digital certifica la identidad de los contribuyentes y tiene un valor equivalente a una firma autógrafa y permitió la digitalización de trámites como las declaraciones de impuesto al valor agregado e impuesto sobre la renta, para personas físicas y morales, la emisión de facturas. Además, es válida para realizar más de 400 trámites gubernamentales no relacionados directamente con el SAT.
“El ecosistema alrededor del SAT es un ejemplo de ello, ya que a través de la gestión de datos biométricos se garantiza la unicidad del registro, de modo que no existan dos personas con la misma información; además de ser sostenible y sustentable al reducir el uso de papel y eficientar tiempos en diversos procesos”, comentó Vázquez Ortega, experto en el tema.
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Otro ejemplo de una implementación exitosa de Identidad Digital son las eGates en el Aeropuerto de Cancún, que funcionan como filtros migratorios autónomos para pasajeros provenientes de Estados Unidos, Canadá y México que cuenten con pasaporte electrónico, para los cuales basta colocar su documento en el escáner eGate (puerta electrónica) y seguir las instrucciones en pantalla para realizar su proceso de ingreso a la ciudad.
El gobierno de México ha estado trabajando para establecer un entorno más accesible y receptivo para la ciudadanía, donde la gestión pública se vuelva más responsable y eficiente. El 19 de junio de 2024, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la creación de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), con el propósito de desarrollar un modelo de autonomía tecnológica que unifique las capacidades dentro de las instancias.
La agencia comenzó a operar el 1 de enero de 2025, con el objetivo de optimizar los servicios públicos al aprovechar las oportunidades que brinda la tecnología, asegurando que lo que se ofrece en el ámbito presencial se pueda replicar de manera eficiente en el entorno digital.
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En este contexto, se reconoce que el acceso a Internet es un derecho fundamental. La ATDT trabajará en iniciativas para que la tecnología pública fomente la participación ciudadana en la toma de decisiones, garantizando la gestión efectiva y segura de los datos de los ciudadanos, así como promover la transparencia en el país.
No obstante, es fundamental enfrentar los desafíos que aún persisten. Uno de los principales es la falta de acceso a internet y dispositivos electrónicos, lo que limita la presencia digital de gran parte de la población. Además, otro reto importante es la seguridad y protección de los datos personales, dado que la información compartida en línea puede estar expuesta a ciberataques y fraudes.
“Hemos alcanzado un gran avance tecnológico que ha democratizado el acceso, pero también enfrentamos problemas regulatorios para la protección de datos personales. Es importante fomentar la alfabetización de la identidad digital, para crear conciencia de dónde, cómo y cuándo compartimos la información, prestar atención a los servicios que accedemos ya sean bancarios, compras en línea, redes sociales, de salud, educación o recreativos”, detalló el presidente del Consejo de Administración en Acerta.