Un concepto que está tomando mucha relevancia es el de la Identidad Soberana, se basa en que los individuos deben ser dueños de su propia identidad y no confiar en terceros para administrar sus datos.
¿Qué es Identidad Soberana?
El concepto de Identidad Soberana es atribuido a Phil Windley, experto en tecnologías de la información e identidad digital, quién planteó en su libro “Digital Identity” (2005) la idea de que los individuos deben tener el control sobre su propia identidad en línea y en consecuencia el poder de gestionarla de manera segura y privada.
La idea planteada por Windley ha sido desarrollada y adoptada por expertos en tecnología, investigadores y sobre todo por defensores de la privacidad, pues otorga a las personas la capacidad para definir y controlar el uso de sus datos personales y la decisión de qué información compartir, con quién y con qué propósito, en lugar de confiar en terceros para administrarlos.
¿Cómo funciona?
En los procesos tradicionales de acreditación y verificación de identidad, se requiere un documento para acreditar la identidad, el gran problema de esto es que este tipo de documentos suelen incluir datos personales que no necesariamente son requeridos para realizar un trámite y que seguramente no nos interesa compartir.
La premisa de la identidad soberana es que según el trámite que se vaya a realizar, única y exclusivamente se otorgará la información solicitada, no más y no menos, para comprobar solo la información que se requiere.
La implementación de un sistema de identidad soberana podría funcionar mediante el uso de una billetera digital que contenga los datos personales; dicha billetera digital debe contener certificados digitales que verifiquen la identidad del individuo, sin revelar su información personal a terceros.
La identidad soberana puede proporcionar una capa adicional de seguridad y privacidad al proceso del trámite en línea al permitir que las personas controlen y protejan su propia identidad digital. Sin embargo, la institución u organismo que se planteé la implementación de esta tecnología a gran escala, requerirá una inversión significativa y la adopción generalizada de estándares de identidad digital.
¿En qué tecnología se basa?
Los sistemas de identidad soberana que se han desarrollado a la fecha se basan en tecnologías de blockchain y criptografía, estándares y políticas para los cuales permiten crear sistemas de identidad digital descentralizados y seguros.
En esencia, utiliza tecnologías de cifrado para proteger la información personal del usuario y asegurar que el usuario no dependa de terceros para verificar su identidad.
La tecnología de blockchain permite la creación de registros de identidad inmutables y descentralizados; esto significa que la información de identidad del usuario se almacena de forma segura y privada en la cadena de bloques y no es controlada por una sola entidad centralizada. Además, la criptografía se utiliza para proteger la información de identidad del usuario y garantizar que solo el usuario autorizado pueda acceder y utilizar la información.
Aspectos a tomar en cuenta para su implementación:
- Marco de estándares: definir y establecer los estándares técnicos y de interoperabilidad para el intercambio de datos de identidad entre diferentes sistemas, deben ser abiertos y accesibles.
- Infraestructura: el sistema debe permitir a los usuarios almacenar y compartir sus datos de identidad de manera confiable, con la inclusión de billeteras digitales, sistemas de autenticación y autorización y tecnologías de cifrado.
- Tecnologías de cifrado: se utilizan para proteger los datos de identidad de los usuarios durante el almacenamiento y la transmisión, incluyen algoritmos de cifrado simétricos o asimétricos y tecnologías de firma digital para garantizar la integridad y autenticidad de los datos.
- Políticas de privacidad y seguridad: definir normas claras para el manejo y protección de los datos de identidad de los usuarios, deben apegarse a las leyes de protección de datos y garantizar la soberanía de la información.
- Prueba y mejora: se debe realizar un monitoreo de seguridad constante para mejorar el sistema y garantizar que la información está protegida contra posibles vulnerabilidades o ataques.
¿Por qué es considerada una buena práctica?
La respuesta es que permite resguardar la privacidad del usuario, pues en comparación con los sistemas de identidad tradicionales, le otorga más autonomía y control sobre su propia identidad y permite la interoperabilidad entre diferentes sistemas de identidad digital.
- Privacidad: cada persona es dueña y controla sus propios datos personales, lo que significa que la información personal no es compartida con terceros sin su consentimiento explícito, esto reduce el riesgo de que la información personal sea utilizada de manera inapropiada.
- Seguridad: con las tecnologías blockchain y criptografía, la identidad soberana es inherentemente más segura que los sistemas de identidad tradicionales, los registros de identidad inmutables y descentralizados hacen que sea más difícil para los hackers acceder y manipular la información personal del usuario.
- Autonomía: permite al usuario tener control total sobre su propia identidad, este puede tomar decisiones sobre cómo, dónde y con quién compartir su información personal.
- Portabilidad: La identidad soberana es portátil, lo que significa que se puede utilizar en diferentes contextos y situaciones sin necesidad de crear una identidad nueva o proporcionar información personal adicional. Esto reduce la fricción y el tiempo necesario para completar diferentes transacciones en línea.
- Interoperabilidad: la identidad soberana permite que diferentes sistemas de identidad digital interactúen entre sí de manera más eficiente y segura, esto facilita una mayor interoperabilidad y reduce la necesidad de tener múltiples sistemas de identidad para diferentes contextos.
Aunque implementar un sistema de identidad soberana conlleva desafíos, se traduce en grandes beneficios en términos de mayor privacidad y seguridad, eficiencia, mitigación de usurpación de identidad e incremento en la transparencia en el uso de datos personales.