El reconocimiento facial es una tecnología biométrica capaz de acreditar la identidad de las personas a partir de rasgos fisiológicos del rostro humano.
Cuando hablamos de acreditar la identidad de las personas, un documento físico no siempre es suficiente; existen métodos para acreditación de identidad que permiten combinar datos con características físicas de la persona, como su rostro, para validar que es quien dice ser.
El reconocimiento facial permite identificar a las personas a través de un algoritmo informático que puede diferenciar la geometría del rostro. Parte de su análisis consiste en tabular y sistematizar el tamaño de los ojos, ubicación exacta de la nariz, el grosor de la ceja, la prominencia de las facciones, entre otras características fisiológicas.
Se realiza a partir del análisis de una imagen bidimensional o tridimensional del rostro, para ser comparada entre una “n” cantidad de retratos previamente almacenados en una base de datos con fotografías conocidas, para después encontrar el que tenga mayor porcentaje de similitud.
La precisión y certeza en los resultados del análisis depende del aprendizaje del sistema, que se logra a partir del almacenamiento imágenes digitalizadas, y la calidad de las fotografías, pues de esta forma se obtiene mayor claridad en el mapeo de los rasgos fisiológicos del rostro.
Esta tecnología biométrica fue diseñada en la década de los 60´s, y ha evolucionado desde el reconocimiento facial a partir de fotografías en 2D, para permitir hoy su realización a partir de videos e imágenes en 3D
El reconocimiento facial en 2D, utiliza principalmente puntos de referencias, a través del “mapeo” del rostro, el cual identifica tanto el tamaño, ancho, distancia y forma de la nariz, boca y ojos; mientras que el sistema en 3D se basa principalmente en la geometría de la cara, el cual es más precisa, ya que analiza más de 40 mil puntos fisiológicos.
El rostro es una opción confiable para acreditar la identidad de las personas, ya que ayuda a dar certeza y seguridad de que la persona es quien dice ser, puesto que no todos contamos con la misma fisionomía facial, lo cual nos hace únicos.
Hoy en día, este sistema de reconocimiento facial ya es implementado en dispositivos móviles, instituciones bancarias, o en aeropuertos, para ayudar a los usuarios a pasar los controles de seguridad con mayor rapidez, haciendo más eficiente el servicio.